martes, marzo 02, 2010

Musa

La musa que vive en mi cabeza (y a veces en mi corazón) me sonríe al espejo como quien coquetea, su mirada reclamante se adueña de esa inspiración mezclada que aprisiono en mi ser; ella que vive en mi recuerdo, en mis sueños y en mi piel me pide que la toque como mejor se hacerlo… escribiéndole.

En ese espejo donde nos reflejamos, la miro con severidad y sin preguntar le exijo su presencia en mi existencia, ella sonríe y le da a esta noche ese disfraz de ingratitud y de nostalgia, son esas noches que no quieres que existan… esta noche es una más que me impide tocarla.

Tengo tu nombre en la punta de la lengua, tengo tu beso aun fresco en mis labios… y tu piel, tu piel bendita perdida entre sabanas… recuerdo ingrato, recuerdo ruin… Mi musa, mi dueña, mi inspiración, la culpable de que sea lo que soy, lo que no soy y lo que quiero ser; la artífice de estas historias apócrifas que empezó en una noche de setiembre, la misma noche en que me diste vida cuando quería morir.

Tu imagen imponente y majestuosa, la diosa de mi literatura, la autora motivacional de estas líneas, la que hace juego con el laberinto de mis historias… la que me mira desnuda en el espejo, la que sonríe coqueta y fresca… la que me susurra en sueños los deseos de su existencia… la que hace de sol en mis veranos y mi abrigo en mis inviernos… la que contemplo mientras escribo.

Mientras la miro en ese espejo que ya se hizo parte de, vuelve a susurrarme historias al oído… esta noche escribiré en tu espalda desnuda y empezare por tu nombre que hace juego con lo que voy a crear, tu nombre que hace juego con este universo que invente para nosotros, en cada espacio acondicionado para los dos… para vivir, para reír, para soñar, para tu desnudez, para tu piel, para tus encantos, para tus secretos, para… lo que quieras.

En esta noche sin luna, de un verano frio te busco en mis recuerdos y mis historias, entre mis te quiero sin color y mis te amo desatinados y encuentro una historia que nunca llegue a terminar, y así se quedó, inconclusa, incompleta, sin final… en esta noche sin luna y donde la única luz es un cigarro, siento tu presencia caminar descalza por la alfombra de la habitación, enfundada en mi camisa blanca (que ya es tuya) me regalas un beso y me abrazas devolviéndome la inspiración… sin embargo me aferro a tu abrazo dejando esa historia inconclusa en tus manos… líneas finales que algún día te animaras a escribir.

Hay una sonrisa, varios besos… un poema, una canción… dos miradas, un guiño… dos manos, tres caricias… una cama, dos cuerpos… dos cuerpos, un amor… dos corazones, una pasión… dos amantes, una lujuria… tres personas, un pecado… una mentira, dos verdades… una historia, mil recuerdos… mil recuerdos, un nombre… un nombre, una mujer… una mujer, tu recuerdo… tu recuerdo, un café… un café, un cigarrillo y una noche complementa esta suerte de prosa algo poética llena de un encanto que no muere, del nombre y el recuerdo que siempre, siempre termina llevándome a recordarte.

Mientras desapareces como muchas noches… me recuerdas que no hay historias sin inspiración… y créeme que este blog no existiría si no existieras tú.

domingo, febrero 28, 2010

Una mujer así

Un retrato al carboncillo de una mujer desconocida que nace de una canción, camina y sonríe, pulula y vive en mi imaginación… deambula su imagen viviente a medianoche en mi habitación y ha abierto en mí una extraña esperanza de tenerme siempre en constante contemplación.

Una mujer así es celosa en término medio porque mira a las demás con la seguridad de que le pertenezco; una mujer así no se hace problemas con amores pasados y vive mi presente (nuestro presente) con intensidad; una mujer así mantiene nuestra privacidad sin necesidad del Facebook o whatsapp, de un twitter o un instagram; una mujer así me demuestra que me ama sin necesidad de la contraseña del email, ni rebusca mis conversaciones en el celular… una mujer así me enseña sin querer el sentido de la confianza.

Soy para sus pretendientes el mejor hombre del mundo y usa una sortija fingiendo que es de compromiso, es severa a los comentarios contra mí y asegura ser nuestro problema donde los terceros salen sobrando… una mujer así comparte conmigo un café a la salida del trabajo, comparte mi afición por el cine, la música y las pastas… bromea con mi sobrepeso y me apacigua con un beso engriendo el momento… una mujer así me sorprende un domingo con un almuerzo hecho por ella aunque le cueste cocinar, me obsequia algo de mi interés con cierto atino.

Y aunque pueda haber momentos de tensión y discrepancia como cualquier pareja y detestaría verla llorar; para una mujer así no hay culpables entre los dos y cerramos el tema con una intensa reconciliación.

Una mujer así modela frente al espejo, desfilando sus innumerables vestidos hasta sentirse reina; una mujer así pregunta y repregunta si se ve bien, ella me acomoda la corbata y me critica con amor si no estoy bien vestido; una mujer así baila coqueta y libre, segura de sí; es mi hincha desde las tribunas junto con las novias o esposas (o amantes) de mis amigos peloteros y se disfraza de comentarista deportiva para hacerme reír…

Una mujer así tiene iniciativas amatorias, sus palabras al oído y ese beso en la ducha; en ese espacio para dos no existen los tapujos; una mujer así rompe los esquemas en la cama, ella no busca satisfacciones banales, ella quiere que sienta su piel como mía, ella no quiere hacerme el amor, ella quiere darle otro nombre al momento, ella quiere ser feliz a mi lado.

Una mujer así tiene un corazón lleno de emociones capaz de darle un sentido particular a la vida… mi vida; una mujer así tiene un juego de miradas para develarte su alma y un millar de besos que reparte en mi sin merecerlo; una mujer así tiene un sueño en mente que nunca me dirá pero que quiere que forme parte.

Una mujer así mira las estrellas a la mitad de la carretera en medio de una noche oscura, me regala un beso, suspira y sonríe, “vuelvo pronto” me dice y desaparece en la oscuridad inmensa de ese desierto a donde no sé cómo llegue… su rostro me da paz y la invito a ser mi musa… ella a lo lejos sonríe y me deja sin saber su respuesta… y vuelvo a creer que una mujer así no existe.

miércoles, febrero 24, 2010

Fantasía

Llega un mensaje de texto al celular, unas cuantas líneas para expresar ese sentir nocturno; pocas palabras para trasladarme a ese tu lugar, donde tu mente sueña, donde tu alma descansa y tu cuerpo… tu cuerpo… tu cuerpo deja fluir esa fantasía que nace líneas después.

Me escribes al whatsapp dos tiernas frases para describir tu soledad a oscuras, tus pensamientos se transforman en sudor, la luz de la luna recorre tu desnudez como una mano acariciando tu espalda y ese aroma a rosas de tu habitación fusionan con el sabor de tu piel… Susurras pasiones en el auricular, suspiras placeres ahogados al ritmo de un saxofón árabe… por dormir contigo, uso tu imaginación.

Una copa de vino endulza tus labios, esos momentos del fruto de la vid sacian esos momentos de inverosímil situación, de tus ojos cerrados percibes una caricia, que nace de tus pies envolviendo tus pantorrillas y tus piernas con lentitud, breves altos disfrazados de besos llegan hasta tu cintura, para perderse en tus muslos… en ti… dentro de ti.

Esa sombra que ocupa la mitad de tu cama, es la de un oso que te regale (y que me reemplaza esporádicamente) vuelve a ser víctima de tus pecaminosas intenciones… el aire tibio de la noche sacude tus cortinas, el rigor del viento peina tus cabellos, como si mis dedos se entrelazan con ellos; buscando una mirada nace un beso en tu frente y se escurre por tu cuello para perderse entre tus pechos fantásticos, una caricia… dos deseos.

Busco en tu ser, entre tu piel y tu corazón exactamente, ese fuego intenso que guardas, tu voz susurra en la habitación algo que me impide escuchar, pero si siento tu respiración delatadora mientras me pierdo entre tus piernas, sentir tus pies acariciar mi espalda y tus manos jugando con mi pelo; ese beso largo desde tu ombligo hasta tu boca que busca estremecer tu frágil humanidad; la fuerza de tu mirada la transmites en tus manos hacen que me sienta prisionero de tu ser, ese zigzagueo musical de vientre, ese vaivén acelerado de tus caderas enloquecen nuestra noche.

Enloquecemos, nos amamos, nos deseamos, nos exploramos, nos sentimos, nos gustamos, nos susurramos, nos extrañamos, nos reímos, nos miramos, nos besamos; inventamos, alardeamos, fantaseamos, divagamos, añoramos, recordamos, jugueteamos… todo inmerso en ese planeta donde tu piel es el principal protagonista.

Soy poseedor de tu espalda y tu derrier, me haces dueño de tus pechos y tu piel; soy esclavo de tus sueños y deseos, de tu alma y tu desnudez… la embriaguez de nuestros besos prolongan nuestra noche, dos noches, tres noches… mil noches, cierras esta noche especialmente fantástica y glamorosamente espectacular enviándome una foto provocadora de tu escultural anatomía y un audio solo para mis oídos y prometes verme pronto.

Dos horas más tarde me aventuro a escribirte nuevamente, un simple icono me asegura que sigues despierta y continuo con ese ambiente de fantasía; “soy tuya” me dices sonriente en un nuevo audio, y con tu cálida voz y ese tono sensual me hacen tenerte… esta vez en mi habitación.